viernes, 13 de mayo de 2016

Me salió "pájaro".

He crecido escuchando la frase de que un pez y un pájaro nunca podrían enamorarse ¿dónde vivirían?
Yo solía tener varias respuestas puesto que nunca había tenido ante mí nada similar, pero como todo, acaba llegando y un día se me presentó algo similar, y por ello intenté que un pájaro se enamorará de mí.
Intenté poner en práctica todas esas respuestas que había elaborado,
Intenté ponerme alas,pero me ahogaba.
Intenté construir un nido en el mar,pero se hundía.
Y así,intento tras intento,llegó mi dilema moral el cual se vio interrumpido por una tormenta que me hizo perderte.
Ya no te veía.
Ya no te escuchaba.
Y... Mi memoria de pez... No me permitía ni recordarte.
Entonces, cuando por fin amaina la tormenta, cuando el cielo es azul, reapareces.
Cual flor en primavera.
Cual faro en una noche de niebla.
Cual utopía...
Demasiado perfecto para ser verdad y puesto que no existe nada perfecto, algo en ese pájaro había cambiado, volaba bajo , sí .
Pero no para encontrarme.
No para enamorarme,no.
Todo aquello del amor había desaparecido como la tormenta y yo tenía una en mi corazón con truenos de sentimientos, puesto que, mi pájaro había cambiado, tan sólo volaba bajo para darme caza.
Pero esto,tan sólo es una metáfora que cada uno aplica a su situación o como unos kilómetros pueden separar como un océano.
A pesar de mi metáfora sigo pensando que un pájaro y un pez pueden enamorarse, el pájaro tan sólo tiene que volar más bajo.

Diario de un naufragio- cartasalared 
d